Estoy feliz de verte aquí.
Soy Noemí y me encantan las conversaciones profundas, reflexionar sobre la vida y disfrutar con las personas bonitas que elijo tener cerca.
Soy trabajadora social y me especialicé en violencia de género, más tarde me formé como coach, terapeuta transpersonal y estoy formada en trauma y apego por Insitut Gestalt.
Siempre sentí especial sensibilidad por acompañar a mujeres y con el tiempo aprendí que no solo quería acompañarles en sus procesos más complicados,
si no hacer todo un trabajo previo de empoderamiento femenino para que las mujeres aprendamos a querernos mejor, nos sintamos más seguras, sepamos cuidarnos en nuestras relaciones (no solo de pareja) y saber soltar las historias que nos restan y nos duelen.
Y de esta necesidad que sentía tan a dentro, nace este proyecto y nace mi programa Sentirme y me siento muy feliz porque ya he acompañado a más de 400 mujeres.
/Mi historia
Hoy día tengo una relación muy sana de 11 años, pero antes había tenido 3 relaciones y en todas se repetía algo: ellos eran chicos con problemas a resolver, ya fuera temas económicos, ganar madurez para salir de casa de sus padres con 35 años, problemas psicológicos con mucha dependencia hacia mí (…) y yo era la que lo dejaba todo por ellos.
Yo entraba a las relaciones siendo de una forma y a medida que pasaba el tiempo, me fusionaba tanto que dejaba de ser yo. Todo giraba alrededor de la vida de ellos, de sus necesidades, de sus gustos, de sus inquietudes, de sus problemas (…) y yo desaparecía.
Yo me contaba que yo era más fuerte y que ellos me necesitaban. Que yo podía centrarme más en ellos porque yo mi vida ya la tenía más resuelta.
Yo dejaba de ser importante para mí misma y por supuesto, si yo no veía mis necesidades, mis parejas menos.
Y esto me llevó a dejar unas oposiciones, a trabajar de lunes a domingo para ganar más dinero y ayudar a mi pareja, a comprar un piso que ni siquiera había visto porque a mi pareja le parecía una buena inversión, a quedar cada vez menos con mis amigas, a pensarme 2 veces si lo que iba a decir era adecuado ….
Así vivía yo las relaciones. Siempre corriendo por no llegar tarde. Siempre ansiosa por estar para el otro. Siempre adaptándome al otro.
Y te digo algo, si me hubieras conocido entonces, por fuera me hubieras visto como ahora. Una chica muy segura, con buena autoestima, con mi buen trabajo, con mi carrera (…) pero no importa, siendo así también te puedes perder en tus relaciones, dejemos de contarnos que eso les pasa a otras.
Nos pasa a NOSOTRAS. Porque hemos aprendido que el amor es sacrificio, que para que nos quieran, tenemos que estar siempre solucionando, que mientras damos mucho, no nos van a dejar.
/Volví a encontrarme
Y sentí que ya no más. Y me prometí a mí misma que si volvía a estar en pareja:
– No descuidaría mi vida ni mis otras parcelas.
– Quería a mi lado a una persona autónoma. No me iba a colocar en el papel de madre.
– Tendría mi propio espacio individual y seguiría quedando todas las semanas con mis amigas y haciendo nuestros viajes y salidas.
– No dejaría nunca mis proyectos por nadie.
– Mi pareja sería una de mis prioridades, pero no mi única prioridad.
– Mis necesidades son importantes siempre.
– Si esa persona no me daba calma y me hacía sentir segura, era un no para mí.
Pero cuando empezé con David, mi patrón de siempre se disparaba. Y recuerdo los primeros días que salía del trabajo a las 19h y mi compañera me decía de ir a tomar algo, yo ya me sentía inquieta, mi cuerpo me pedía salir corriendo y irme con él, era algo así como “para que esté todo bien” y no lo hice.
Me fui a tomar algo todas las semanas (aunque eso al principio me hiciera sentir muy incómoda)
Cuando él tenía algún problema, yo ya corría a darle soluciones, a protegerlo (…) y dejé de hacerlo. Y me sorprendió ver que él tenía incluso más recursos que yo y ahí, empecé a admirarle.
Cuando empecé a estudiar coaching, durante 8 meses pasaba casi todos los fines de semana fuera en la formación y al principio pensé no hacerlo porque implicaba no dormir juntos el fin de semana, pero lo hice y estudié y hoy estoy aquí contigo (y con mi pareja).
Y así, con mucha incomodidad a veces, con mucho compromiso conmigo misma y con una persona que siempre he sentido que está (porque si lo otra persona no te da la seguridad todo esto va a ser complicado) aprendí a vivir las relaciones desde un lugar super bonito.
Hace 11 años que me siento tan yo en mi relación, que ahora que lo escribo incluso me emociono.
Ojalá antes me hubiera cuestionado todas estas cosas.
Ojalá no hubiera tenido que sufrir tanto.
Hoy abrazo mucho a esa yo que mendigó tanto amor.
Y de esto va mi programa, de cuestionarnos a nosotras mismas, de revisar nuestra manera de amar, de sentirnos más seguras y de cuidarnos en nuestras relaciones.
Porque me parece una maravilla tener un espacio donde compartirnos, sentirnos sostenidas y crear red. Porque las mujeres tenemos que aprender a sentirnos de nuevo seguras en nuestras relaciones y entre nosotras. Porque el grupo sana, cuida y repara. Porque juntas crecemos, aprendemos, nos validamos y nos acompañamos. Porque es bonito sentir que no estamos solas, que tenemos a otras personas para las que somos importantes. Porque alivia sentir que lo que nos pasa es compartido, que no somos raras, locas o dramáticas. Somos mujeres que estamos vivas y sentimos. Somos mujeres a las que nos pasan cosas y mereces por fin darnos voz y ocupar el espacio que merecemos.
© Noemí Seva. Todos los derechos reservados 2022 | Diseño y Fotografía Studio Soleil